En Les Comes se trabaja con una idea clara: cerrar el círculo. No sólo desde el punto de vista productivo -cultivar, cosechar y transformar-, sino también desde una perspectiva vital. Todo el proyecto gira en torno a una mirada circular y arraigada: lo que nos alimenta debe tener sentido, historia y respeto por su origen.

A diferencia de muchos proyectos familiares que han mirado adelante olvidando el pasado, Marta y Miquel han decidido innovar mirando atrás. Recuperar lo que funcionaba, reinterpretarlo con creatividad y ponerlo al servicio de la gastronomía y de la experiencia de quienes visitan Casa Quimeta o saborean un coque de Dit i Fet.

Les Comes no es un producto, sino un manifiesto. Una forma de vida visible en cada detalle del proyecto global: en la cocina, en los materiales, en la acogida. Porque cuando la tierra forma parte de tu relato, todo toma otro gusto.